En la Biblia encontramos maravillosas mujeres que agradaron a Dios y fueron tomadas como instrumentos para cumplir propósitos grandes y de salvación. Todas ellas tenían dos características en común: la fe y la determinación.
Mujeres de fe y determinación en la Biblia
Débora: Jueza y profetisa que lideró a Israel a la victoria.
“Débora, profetisa y esposa de Lapidot, era por entonces la juez de Israel. Un día mandó a llamar a Barac hijo de Abinoam y le dijo: ‘¿Acaso no te ha mandado el Señor, Dios de Israel, que vayas al monte Tabor...?’” — Jueces 4:4-6
Ana: Mujer de oración ferviente, pidió un hijo y lo dedicó al servicio de Dios.
“Este es el niño que yo le pedí al Señor, y él me lo concedió. Ahora yo, por mi parte, se lo entregó al Señor. Mientras el niño viva, estará dedicado a él.” — 1 Samuel 1:27-28
Rut: Demostró lealtad y perseverancia hacia su suegra Noemí.
“¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.” — Rut 1:16
Esther: Arriesgó su vida para salvar a su pueblo.
“Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa para que ayunen por mí. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que esté en contra de la ley. Y si perezco, ¡que perezca!” — Esther 4:16
María, la madre de Jesús: Aceptó con humildad la voluntad de Dios.
“Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.” — Lucas 1:38
Priscila: Junto a su esposo Aquila, fue colaboradora en el ministerio de Pablo.
“Saluden a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús.” — Romanos 16:3
La mujer de Proverbios 31: Un modelo de virtud, sabiduría y trabajo diligente.
“Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor.” — Proverbios 31:25-26
Cada una de ellas creía y amaba a Dios, por lo tanto confiaba plenamente en Él. Esto fortalecía su fe, haciéndola firme y madura.
“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” — Hebreos 11:1
A cada una le fue encomendada una misión, la cual llevaron a cabo con determinación.
La determinación es esa fuerza interior que nos mueve a actuar con firmeza y valentía hasta lograr el propósito. Estas mujeres fueron fieles a Dios, movidas por el amor y la certeza de haber sido escogidas para algo más grande que ellas mismas. Su fe activa las llevó a decidir con firmeza y avanzar sin mirar atrás.
En este tiempo que nos ha tocado vivir, Jesús nos llama a fortalecer nuestra fe y a actuar con determinación, confiando plenamente en que Él venció al maligno en la cruz. Aunque el enemigo anda como león rugiente buscando a quién devorar,
“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.” — 1 Pedro 5:8
Tenemos la certeza de que, como hijas de Dios, vivimos bajo su abrigo, hemos sido lavadas con su Sangre, y nada ni nadie puede impedir que Su propósito se cumpla en nuestras vidas.
Es fundamental conocer Su Palabra, escudriñarla y obedecerla. Estamos en tiempos peligrosos, y si no actuamos con fe y determinación, podríamos convertirnos en presa del enemigo y desviar nuestro verdadero propósito.
Cada día debemos alimentar nuestra fe, buscando a Dios en oración íntima, conociéndolo, amándolo y dejándonos guiar por su Espíritu. También debemos actuar con decisión y valentía, aunque las circunstancias sean adversas. Por eso, como dice Su Palabra:
“En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” — Romanos 8:37
Jesús nos dio la salvación para vivir eternamente con Él, pero también nos dio su Santo Espíritu para que seamos consoladas, fortalecidas y guiadas en lo que se nos ha encomendado.
¡Levántate con fe y determinación!
Actúa sin temor: Jesús ya te dio la victoria. Confía en Él porque tú también has sido llamada para Su propósito.